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Mostrando entradas de octubre, 2017

ACTIVIDAD DE LITERATURA

ATENEA. La resignación y los malos pensamientos llegaron a toda prisa a su mente loca, que hicieron que su fuerza inmensa brotara huyendo de su voluminoso cuerpo enano, los dioses le dieron valentía y decisión, y desenfundó las armas más poderosas, buscando el triunfo entre los allí presentes.

AQUELLA MADRUGADA...

Una lluviosa y oscura madrugada, a eso de las tres de la mañana, el tiempo se detuvo en nuestras vidas. Carla y yo volvíamos de una ridícula fiesta en la que se exaltaban los muertos vivientes. No nos pudimos reír más, pues ninguna de las dos creíamos en esas ridiculeces. Así que, la noche transcurrió entre risas y falsos sustos a la gente. La calle estaba vacía y sin ninguna farola encendida, cuando de pronto se oyeron grandes pisadas a lo lejos. Carla no podía respirar pero yo me dí la vuelta sin pensarlo y juro que no lo volvería a hacer. Jamás podré borrar de mi mente lo que mis ojos vieron, pero mi corazón y mi garganta chillaron como nunca... Detrás de nosotras estaba él, medio vivo, medio muerto, su cuerpo descompuesto, sus dientes afilados, su cabellera y sus uñas eran demasiado largas y su mirada aterrorizaba al más valiente.  No nos lo podíamos creer, que por la calle Ánimas nos acompañaba aquella camilla en la penumbra, con una fuerza invisible que ...

El Tsunami

Corría el año 2004... Una mañana más me levantaba para poner mi puesto de frutas, hortalizas y verduras. Era un día extraño. Cogí mi carretilla y mi desayuno; y me dirigí hacia el mercado, bueno, nosotros le llamamos así, pero es en una calle muy larga donde colocamos los puestos unos al lado de otros. Mientras estaba montando mi puesto, empezó a hacer mucho aire, pero a la nada, cesó. Llevaba un día de muchas ventas, y en un momento que tuve libre, aproveché para darle gracias a Yahvé. El tendero de al lado, se empezó a burlar de mí, porque decía que estaba alabando a un ente que no sabía si existía o no. De pronto, mis frutas, mis hortalizas y mis verduras, empezaron a caerse de las cajas y empezaron a rodar, calle abajo. ¡Qué cosa más extraña! Sólo pensé que nuestro Dios estaba castigando a aquel vendedor, por haberse reído de mí. De repente, me caigo al suelo y empiezo a rodar yo también, el suelo se movía, e inesperadamente, una ola me sumergió. Cuando conseguí agarrarme al tro...

¡Bienvenid@s a mi Blog!

Mi nombre es Ángela María, tengo 16 años y soy de la ciudad que huele a incienso y sabe a rebujito. Tengo muchas pasiones, en las cuales están: La Semana Santa, la moda flamenca, bailar sevillanas y flamenco, cantar...                                                                                                            ¡Muchos besos flamencos!