El Tsunami
Corría el año 2004... Una mañana más me levantaba para poner mi puesto de
frutas, hortalizas y verduras. Era un día extraño. Cogí mi carretilla y mi
desayuno; y me dirigí hacia el mercado, bueno, nosotros le llamamos así, pero
es en una calle muy larga donde colocamos los puestos unos al lado de otros.
Mientras estaba montando mi puesto, empezó a hacer mucho aire, pero a la nada,
cesó. Llevaba un día de muchas ventas, y en un momento que tuve libre,
aproveché para darle gracias a Yahvé. El tendero de al lado, se empezó a burlar
de mí, porque decía que estaba alabando a un ente que no sabía si existía o no.
De pronto, mis frutas, mis hortalizas y mis verduras, empezaron a caerse de las
cajas y empezaron a rodar, calle abajo. ¡Qué cosa más extraña! Sólo pensé que
nuestro Dios estaba castigando a aquel vendedor, por haberse reído de mí. De
repente, me caigo al suelo y empiezo a rodar yo también, el suelo se movía, e
inesperadamente, una ola me sumergió.
Cuando conseguí agarrarme al tronco de un árbol, empecé a trepar como pude,
y divisé mi pueblo. No logré ver mucho, pero en un resumen, mi aldea, estaba
completamente cubierta de agua fangosa. De nuevo, otra ola me arrastró,
provocando en mí heridas y desgarros. Era un castigo, estoy completamente
segura. Dios nos mandó este castigo por algo, por haberle ofendido, o por no
haberlo alabado lo suficiente...
Comentarios
Publicar un comentario